domingo, 10 de julio de 2005

Todos los domingos no son como éste

No hubo paseo por Camden Town ni eternas esperas en el aeropuerto de Frankfurt, ni almuerzos familiares -ninguna clase de almuerzo en realidad. Pero hubo lectura de La Nación Domingo -quién lo creyera, el mejor diario-no-independiente del domingo es del Estado!- y desayuno bastante temprano. Eso de por sí le da una gracia. Y haberse encontrado con el rastaman Jaime comprando el pan también fue interesante.

En fin, debo terminar de transcribir esa entrevista y prepararme para la semana. Que no sé si requiera tanta preparación pero... cuand0 menos levantarse temprano, desayunar y ordenar todo para el viaje del fin de semana.

El viernes celebramos mi cumpleaños con algunos amigos en casa y me convencí como por séptima vez de que a mi housemate definitivamente le falta algo. No sé que es... pero pucha que molesta. Caras largas, monosílabos por respuesta, indirectas al día siguiente. Que diablos, no fue nada que ese excelente Vodka Danska no pudiera hacer olvidar por algunas horas. Cieeeeeelos. Y nada de resaca. Hay que ser de una sola línea, caramba, nada de andar tomando vino de cuarto enjuague cuando se acaba el jugo de naranja.

Mesecina, mesecina... Io, io... io, io...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oscar antes que nada ..Feliz cumpleaños...y sorry no pude asistir. Volví a arrugar, pero me revindicaré de alguna manera.

Nawel dijo...

:-) no worries, mate!

malaimagen: Advertencia

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