Recojo esta nota de los
blogs de
20minutos.es. Su autor,
Cesar-Javier Palacios, se lamenta de la lentitud de la administración pública, que de haber actuado a tiempo, habría podido salvar a este ejemplar de "gallo de monte" al que se le había hecho hábito buscar pareja en algunos pueblos de
Asturias (España).
Varias veces habían capturado al ejemplar con tal de devolverlo a su hábitat natural, pero
"Mansín", como lo bautizó la gente, insistía en volver a la ciudad.
Palacios apunta que
"Lo lógico hubiera sido haberlo recogido en el futuro centro de cría en cautividad de urogallos que se ha construido precisamente en Redes. Allí habría podido demostrar sin peligro sus excelentes condiciones reproductoras. Pero (...) las instalaciones no están todavía inauguradas."Recién en algunos meses se espera que entren en funcionamiento.
"Demasiado tarde para evitar la muerte de este macho al que el estrés del peligro de extinción volvió loco." -dice Palacios. Y con razón.
¿Se acuerdan de Mansín, el urogallo loco? Era uno de los últimos ejemplares cantábricos de este extraordinario gallo de monte (Tetrao urogallus) en grave peligro de extinción que, empujado por un extraño comportamiento totalmente antinatural, abandonó los bosques del Parque Natural de Redes para buscar novia por las calles de los pueblos del oriente asturiano.
Malas noticias. Mansín ha muerto.
Un perro acabó con facilidad con tan confiada ave, mientras ésta daba uno de sus habituales paseos por las calles de Tarna (Concejo de Caso, Parque Natural de Redes). El urogallo se había convertido en la gran atracción turística de la zona. Incluso tenía a dos agentes de Medio Ambiente como guardaespaldas personales, precisamente para evitar que algo así le pudiera pasar. No pudieron impedirlo.
Dentro de unos meses el Principado autorizará la captura de los hermanos de Mansín para tratar de salvar a un urogallo que se nos va de las manos por culpa de la destrucción de su hábitat.
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