NASHVILLE PUSSY, TOKYO DRAGONS, MOTORCITY DAREDEVILS
1 de abril, Garage, Londres.
Mi primer contacto con Nashville Pussy fue a través de un viejo ejemplar de la revista Metal Hammer. Era un reportaje sobre festivales de rock en Europa, no recuerdo si sobre Donington, Wacken, o algo en Suecia; como fuera, ahí aparecía la foto de Ruyter Stuys, brazo derecho en alto, la cabellera rubia y salvaje, el generoso escote, guitarra en mano, gritándole algo al público. El artículo hacía referencia a las tetas (sic) de la guitarrista, pero decía poco sobre la banda en sí. Lo demás lo deduje yo mismo: la bandera confederada, el nombre, la gorra de camionero del cantante. Southern Rock, lo que sea que signifique esa etiqueta.
Así que ahí estábamos, listos para el rock, mientras hacíamos la previa en un bar cercano al lugar del concierto. El bar se llamaba "The Famous Cock", pero no daba muchas pistas sobre quién sería el dueño de la "famosa polla". No alcanzamos a averiguarlo, pues era hora de allegarse al Garage, aunque mis colegas no se veían muy entusiasmados respecto a los teloneros, Tokyo Dragons. "No son muy interesantes. Son basura" había dicho Linda, y eso me dejó metido un rato. De cualquier forma, no podía ser tan malo, pensé. Y de hecho nos llevamos una pequeña sorpresa, pues antes que los mencionados dragones se presentó otra banda, llamada Motorcity Daredevils. Estos individuos nos presentaron un hard rock sucio y bastantes pinceladas de stoner en la mezcla; rock callejero, con olor a cerveza y tabaco. Te podías imaginar eso mirando al vocalista, con su camisa blanca y sus gafas Ray Ban, pero sus riffs eran de los que te hacen mover la cabeza. Un set de poco más de media hora, donde al típico mid-tempo hard rock se añadían un par de canciones rápidas, algo para cabecear con más fuerza, en fin... Un tema algo más lento y pegado cierra su show. Nos fuimos cerca de la barra, para ver el mesón con la mercancía de la banda y volver a llenar nuestros vasos. Su demo de 3 temas valía luca, así que me lo compré.
Luego de un rato subió Tokyo Dragons a escena... y la verdad sea dicha, al cabo de un rato empecé a disfrutarlo. Es cierto, su hard rock medio blusero, en la línea de lo que algunos llamarían "glam rock" de escuela californiana, muy '80s, no era nada del otro mundo; no había redescubierto nada, se podría decir. Así y todo, sus canciones tenían ritmo, y para el ánimo fiestero que había en el lugar eso fue más que suficiente. Se notaba que los tipos ya tenían su público, además. El vocalista sonaba un poco como al de Cinderella o Jackyl, es decir, ese tono agudo, ... oh bueno, a estas alturas ya sabrán a lo que me refiero. Incluso Linda estuvo vacilándolos un rato al final.
¿Southern Rock? Que importaba. Era fuerte, era sucio, era divertido, y qué diablos, era justo lo que necesitaba. Hacía tiempo que no estaba en una tocata tan... enérgica, no sé como describirlo. Ver tocar a una buena banda siempre es bueno, pero en este caso además era divertido. De todas las tocatas a las que he ido, no recuerdo ninguna donde una mujer increíble me haya escupido Jack Daniels encima... Y es que la guitarrista se roba el show. No sólo por aquellas "dos buenas razones", sino porque realmente es un espectáculo verla: sexy, ruda, rockera, tirando patadas al aire, sacudiendo su cabellera, tocando realmente en la cara del público... qué decir, esta chica sí que tiene actitud. Creo que los que estábamos a la derecha del escenario en su mayoría teníamos nuestros sentidos puestos en ella. De todas formas, el frontman no se veía opacado por eso; había una sensación de equilibrio en escena, en fin, sea como sea, fue una entrega de puro y duro rock'n'roll.
Cansados como estábamos, nos detuvimos un rato en la barra, para recobrar el aliento antes de irnos. Aunque las historias y anécdotas que siguieron son probablemente material para otro artículo, supongo que es un cierre apropiado decir que desde la barra divisamos a Ruyter Stuys y, obviamente, nos acercamos a conversar. Uno tipo que me había conocido ahí le dijo que yo era de Chile, a lo que reaccionó hablando un par de cosas en castellano y contándome que tenía ganas de visitar nuestro país. Quedamos en que yo la iba a invitar a carretear al Bar de René cuando eso sucediera. A la espera de que se concretara la invitación, accedió a sacarse una foto conmigo, y a pesar de que salió oscura, puedo decirles, modestamente, que lo comido y la bailado no me lo quita nadie. Je.
Motorcity Daredevils en Myspace
Tokyo Dragons donde mismo
Pagina de Nashville Pussy
2 comentarios:
bien...bien...ahora que es eso de que ruyter quiere venir a chile y de que tu la invitarias a esa mierda de bar llamado bar de rene...en vez de que la o los llevaras a un bar con estilo como la batuta...bien igual o no...
¿Bar "con estilo", La Batuta? ¡Que estilo sería ese así por ser? ¿Estilo Adulto Joven con Chequera que uede gastarse 3500 en una Heiniken de 970 cc.?
Lo siento, no es mi estilo!
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