martes, 27 de septiembre de 2005

los (múltiples) lados de cada historia

ayer fuí a una charla sobre "la justicia post-transicional", presentación de la tesis doctoral en ciencias políticas de una amiga. Complicado como suena, la conversación derivó hacia una serie de situaciones concernientes con el tema de los derechos humanos, y cómo éste suele entenderse desde una perspectiva demasiado estrecha, como solamente la lucha contra la impunidad en las violaciones cometidas durante la dictadura, en consecuencias de que los DD.HH. son mucho más que eso. Hay situaciones en las que día a día se violan derechos esenciales para las personas. La violencia policial está casi aceptada cuando se trata de jóvenes de poblaciones marginales, cuando se da en un marco de pobreza y delincuencia. La gente, así en general, parece aceptar la idea de que el delincuente carece de derechos y por lo tanto la Policía no abusa de su fuerza, no ejerce violencia, sino que simplemente "hace lo que tiene que hacer".

De la charla me quedó una impresión general de que hay grandes tareas pendientes tanto dentro del movimiento de derechos humanos como desde éste al mundo de los movimientos sociales en general. De cómo unir ambas perspectivas, la general y la restringida. Y de como poder cooperar entre los distintos movimientos.

Luego de la charla, vino la conversa y despedida de la doctora, pues se volvía a Inglaterra hoy. Pude compartir la mesa con Ibán de Rementería, una de esas personas de las que uno de verdad dice "se están perdiendo en Chile". Sobre todo cuando uno compara sus propuestas y trabajos, por ejemplo, en el tema drogas, con las políticas gubernamentales con el tema. Simpático el hombre. Lástima que no estuvo mucho.

Mientras más avanzaba la hora más nos ibamos metiendo en política, y finalmente llegamos rizamos el rizo hasta que no se pudo más. Se me perdía el inicio y la forma en que habíamos llegado hasta ahí. Lo único que podía percibir eran los múltiples, casi interminables lados que una misma historia puede tener. Como uno de esos dados de veinte caras que se usan en ciertos juegos. Como un juego de espejos donde cada uno lleva una parte de la clave que nos permite entender el todo.

Complejo como la vida... como los humanos.

(esta historia continuará)

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